Por: Gladys Rodríguez, Directora Ejecutiva de la Corporación Milagros del Amor (CorMA)
La economía solidaria es un proyecto de acción colectiva basado en la solidaridad, en la cooperación entre grupos y la autogestión, entre otros esfuerzos. Es un concepto que valora al ser humano y su labor a favor del bien común y donde se destaca además, la equidad y el equilibrio con el medioambiente. Las iglesias y las organizaciones sin fines de lucro son claros ejemplos de grupos sociales que sirven a comunidades diversas y que pueden adoptar los valores que promueve la economía solidaria para transformar sus ministerios.
Liderar una iglesia o ministerio en los tiempos del Covid-19 es un gran reto y requiere de mucha fe para descansar en la creencia de que Dios está presente. El mundo entero se ha visto trastocado por la pandemia y ha experimentado en carne propia la vulnerabilidad y fragilidad del ser humano. Ante una población que sufre pérdidas en sus ingresos, en su salud y enfrenta la inestabilidad causada por lapPandemia, los líderes y pastores tienen que mantener sus ministerios vivos y brindar más servicios con menos recursos. Es en este momento donde hay que pensar “fuera de la caja”, diversificar las fuentes de ingreso y evaluar modelos de autogestión que permitan allegar fondos para continuar sirviendo a la comunidad.
Estamos llamados a servir aun en medio de nuestra propia crisis y he visto la mano de Dios cubriendo de manera sublime varios ministerios. Es importante la oración, un equipo de trabajo comprometido y la planificación para alinear los recursos disponibles con los servicios. Esto requiere de un análisis profundo sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para luego desarrollar un plan dirigido a alcanzar las metas trazadas.
El concepto “economía solidaria” permite integrar la cooperación, la ayuda mutua, el medio ambiente y la autogestión en la práctica de servir a los sectores desfavorecidos de la sociedad, en especial en medio de la Pandemia. Una mirada objetiva a su Ministerio le permitirá identificar todos aquellos recursos existentes y concentrar sus esfuerzos en desarrollar todo lo que tiene disponible para así ayudar a la comunidad a superar sus desigualdades.
Nuestros ministerios tienen un propósito claro de servicio y el recurso más grande se llama Jesucristo. Su modelo de servicio nos invita a brindar paz espiritual, sanidad y amor al prójimo aun en tiempos difíciles. En nuestras manos está la responsabilidad de crear ideas innovadoras para lograr una sustentabilidad que esté alineada con los recursos existentes y allegar nuevos recursos para apoyar los ministerios.
Los invitamos a ver el video de la presentación de la conferencia Modelos de economía solidaria en tiempos de COVID-19 en nuestro grupo de la comunidad latina en la plataforma MinistrElife (https://ministrelife.org/communities/1129).
Por: Gladys Rodríguez, Directora Ejecutiva de la Corporación Milagros del Amor (CorMA)
La economía solidaria es un proyecto de acción colectiva basado en la solidaridad, en la cooperación entre grupos y la autogestión, entre otros esfuerzos. Es un concepto que valora al ser humano y su labor a favor del bien común y donde se destaca además, la equidad y el equilibrio con el medioambiente. Las iglesias y las organizaciones sin fines de lucro son claros ejemplos de grupos sociales que sirven a comunidades diversas y que pueden adoptar los valores que promueve la economía solidaria para transformar sus ministerios.
Liderar una iglesia o ministerio en los tiempos del Covid-19 es un gran reto y requiere de mucha fe para descansar en la creencia de que Dios está presente. El mundo entero se ha visto trastocado por la pandemia y ha experimentado en carne propia la vulnerabilidad y fragilidad del ser humano. Ante una población que sufre pérdidas en sus ingresos, en su salud y enfrenta la inestabilidad causada por lapPandemia, los líderes y pastores tienen que mantener sus ministerios vivos y brindar más servicios con menos recursos. Es en este momento donde hay que pensar “fuera de la caja”, diversificar las fuentes de ingreso y evaluar modelos de autogestión que permitan allegar fondos para continuar sirviendo a la comunidad.
Estamos llamados a servir aun en medio de nuestra propia crisis y he visto la mano de Dios cubriendo de manera sublime varios ministerios. Es importante la oración, un equipo de trabajo comprometido y la planificación para alinear los recursos disponibles con los servicios. Esto requiere de un análisis profundo sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para luego desarrollar un plan dirigido a alcanzar las metas trazadas.
El concepto “economía solidaria” permite integrar la cooperación, la ayuda mutua, el medio ambiente y la autogestión en la práctica de servir a los sectores desfavorecidos de la sociedad, en especial en medio de la Pandemia. Una mirada objetiva a su Ministerio le permitirá identificar todos aquellos recursos existentes y concentrar sus esfuerzos en desarrollar todo lo que tiene disponible para así ayudar a la comunidad a superar sus desigualdades.
Nuestros ministerios tienen un propósito claro de servicio y el recurso más grande se llama Jesucristo. Su modelo de servicio nos invita a brindar paz espiritual, sanidad y amor al prójimo aun en tiempos difíciles. En nuestras manos está la responsabilidad de crear ideas innovadoras para lograr una sustentabilidad que esté alineada con los recursos existentes y allegar nuevos recursos para apoyar los ministerios.
Los invitamos a ver el video de la presentación de la conferencia Modelos de economía solidaria en tiempos de COVID-19 en nuestro grupo de la comunidad latina en la plataforma MinistrElife (https://ministrelife.org/communities/1129).